
Muchas de las tareas que llevamos a cabo a diario en nuestros hogares, implican un esfuerzo para nuestra espalda, es por ello que debemos cuidar la forma en la que las realizamos para reducir los riesgos de sufrir una lesión y para evitar dolores posteriores a la actividad.
En este post, te enseñamos algunos de los consejos de higiene postural que puedes aplicar durante la realización de tus tareas. ¡Toma nota!
- Barrer y fregar. Cuida que la longitud de la escoba o de la fregona sea lo suficientemente larga como para que alcance el suelo sin inclinarse. Una vez comprobado esto, tus manos deben sujetar la escoba o fregona a una altura situada entre el pecho y la cadera. Los movimientos que realices serán lo más cerca posible de tus pies. No acompañes con la cintura el movimiento de tus brazos. Tu columna debe permanecer vertical, sin inclinación.
- Pasar la aspiradora. Para esta tarea utilice la misma postura que para fregar o barrer el suelo, pero flexionando sutilmente la rodilla avanzada.
- Planchar. Asegúrate de que la tabla llegue hasta la altura de tu ombligo. Mantén un pie en alto apoyado en cualquier objeto y alterne un pie tras el otro.
- Hacer la cama. Cuando levantes la esquina del colchón con la mano, sitúa el mismo pie frente al borde de la cama.
- Limpiar los cristales. Si usas tu mano derecha para limpiar, adelanta el pie derecho y apoya la mano izquierda en el marco de la ventana a una altura paralela a tu hombro. Si la superficie a limpiar se encuentra sobre por encima del nivel de sus ojos, utiliza una escalera.
- Fregar los platos. Asegúrate de que el fregadero se encuentre a la altura del ombligo. Mantén un pie en alto apoyado sobre cualquier objeto y alterna un pie tras otro.
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